Artículo publicado en el diario digital www.elobservador.cr
Las compañías, marcas y organizaciones se enfrentan al desafío más grande del presente siglo. La COVID-19 ha desencadenado un entorno VUCA en su máxima expresión, al que debemos sumarle la hiperconectividad, por lo que hoy lo podemos leer como VUCA+H.
Pero este no es un entorno nuevo: si retrocedemos en el tiempo y nos vamos al siglo pasado, específicamente durante la Guerra Fría, nos damos cuenta que fue allí cuando nació este concepto, mismo que describía la realidad empresarial de aquel entonces; volátil, incierto, complejo y ambiguo, o por sus siglas en inglés VUCA.
Hoy, la incertidumbre y desconfianza son los rasgos que priman en este nuevo mundo. La crisis actual no solo nos evidencia que estamos en un entorno VUCA en su máxima expresión, también nos confirma que construir confianza y gestionar la desconfianza de nuestros grupos de interés es la clave de toda estrategia de negocio, por lo que las compañías, marcas y organizaciones deben anticipar, acelerar y reinventarse con prontitud para poder continuar vigentes.
Para enfrentar este entorno, se necesita anticipar para contrarrestar la ambigüedad, adaptarse para vencer la volatilidad, colaboración para minimizar la incertidumbre y datos para tomar las mejores decisiones ante la complejidad.
Además, la digitalización se convierte en un aliado indispensable, ya que la hiperconectividad puede tomar un rol a favor o en contra, por eso es que las compañías que ya habían desafiado e iniciado una transformación digital, son las que han mostrado una reacción más pronta y efectiva, ya que esa inversión les otorga capacidades, compromisos y conocimientos técnicos para la innovación de productos, servicios y procesos que las posiciona a la cabeza para ser referentes en un mundo post Covid19.
Pero claro, es indispensable generar una correcta comunicación que vaya de la mano con nuestro propósito corporativo, debe ser empática y con foco en las personas, porque son momentos en los que urge una comunicación que humanice, y nada más humano que la comunicación.
En el actual entono VUCA+H, una de las primeras tareas de la comunicación es que las percepciones correspondan a la realidad, recordando siempre que nuestros stakeholders asumen y reaccionan de diferentes formas, no podemos pretender que todos lo hagan de la misma forma, así entendemos que el verdadero mensaje es el tono, y que en estos momentos el “cómo”, es más relevante que el “qué” comunicamos.
Sin duda, una buena comunicación se convierte en una herramienta esencial, ya que se mueve por todo el sistema nervioso de la compañía, creando la opción de anticipar y desarrollar nuestras estrategias de forma bidireccional, generando información y al mismo tiempo recibiéndola.
La actual crisis nos presenta un panorama complejo, en el que escuchar el entorno y los insights sociales antes de comunicar es imprescindible para minimizar el riesgo de crisis, errores y/o arriesgar nuestro capital reputacional, inclusive nuestra licencia social para operar.
Como bien dicta José Manuel Velasco, Presidente de Global Alliance y Asesor de LLYC, “en un entorno VUCA, o comunicamos bien, o nos ahogamos en el intento”.